Hacer la segunda parte de una película que fue un éxito es difícil, sobre todo si ambos largometrajes pertenecen a una serie de culto que es una referencia mundial. J.J. Abrams vuelve a tomar las riendas del complicado universo de Star Trek trayéndonos una nueva entrega que supera a su predecesora (labor que parecía casi imposible). Por si fuera poco, toma el riesgo de utilizar el argumento de una historia mítica dentro de la saga, abordándolo desde otra perspectiva y cambiando con éxito el rumbo prestablecido de la historia. Altas dosis se acción, mucha comedia inteligente y varios picos dramáticos que sorprenderán a la audiencia junto con una puesta en escena impecable es el sello de este nuevo capítulo de Star Trek que de seguro le traerá a la franquicia muchísimos más fans.

La historia comienza tiempo después de la primera película, con el Capitán Kirk (Chris Pine) a cargo del Enterprise y las típicas peleas con Spock (Zachary Quinto) por su lógica enfermiza y su obsesión por siempre cumplir las reglas. Como ya es costumbre, la actitud arriesgada e impertinente de Kirk lo mete en serios problemas junto con su tripulación y la Federación termina reprendiéndolo. Lastimosamente, antes de poder ser castigado, Kirk recibe una terrible sorpresa cuando un terrorista llamado Jhon Harrison (Benedict Cumberbatch) ataca directamente al alto mando de la Federación desatando el caos. Por esta razón Marcus (Peter Weller), uno de los jefes de la Federación, embarca a la tripulación de Kirk en una peligrosa misión para que acaben con el terrorista. De esta forma, el equipo del Enterprise y su capitán tienen la oportunidad de redimirse frente a la Federación, vengar a los caídos y evitar una posible guerra con los Klingon (porque Harrison se esconde en su territorio y, aparentemente, es lo que quiere desatar).

Si la primera película de Star Trek iba acerca de la creación del mito del Enteprise, Stark Trek Into Darkness crea un contexto nuevo, profundiza más en los personajes y expande la mitología de este universo de ciencia ficción. Gran parte del éxito recae sobre el don innato de J. J. Abrams para retratar de manera consistente y sencilla universos narrativos sumamente complejos. Por si fuera poco, todos los personajes además de estar bien construidos, tienen protagonismo en la historia haciendo que el cast funcione como un engranaje perfecto donde sentimos empatía por cada miembro de la tripulación. El guión cuida cada detalle para hacer homenaje a la serie original, pero distanciándose de la misma para crear su propio mundo, utilizando argumentos clásicos pero actualizándolos y así sorprender a fans de la serie y al nuevo público. Si J.J. Abrams mantiene la barra tan arriba, muy probablemente esta nueva saga de Star Trek termine transformándose en la Star Wars de esta generación (salvando las distancias entre ambos universos, claro está).

Lo mejor: La gran vuelta de tuerca que tiene la historia. Benedict Cumberbatch es uno de los mejores antagonistas de la franquicia. Los diálogos de Spock. La comedia física cortesía de Simon Pegg. Las secuencias de acción son alucinantes. El soundtrack.

Lo malo: Si no eres fanático de Star Trek pierdes gran parte de las referencias que la hacen una película épica. Tienes que haber visto la uno para disfrutarla por completo. Si leíste alguna crítica o IMDB te puedes spoilear la gran sorpresa que trae el film.

Veredicto: J.J. Abrams hizo un trabajo magistral con el reboot de Star Trek en el 2009. Hoy, con Stark Trek Into Darkness, sube la calidad elevándola al Olimpo de la ciencia ficción y de lo mejor del 2013. Si la primera parte es un 4.5/5, su secuela ganó 5/5.

Trailer subtitulado -> https://www.youtube.com/watch?v=j0FRLh2XlQI

St_Destruction_English_Intl_1sht

(Crítica publicada originalmente en www.oidossucios.com)