La historia del cine está llena de películas biográficas. Las que no se quedan en la primera capa narrativa (hacer que el espectador conozca a alguna personalidad) son las que resultan más sustanciosas a nivel cinematográfico. En teoría, un biopic debería dibujar un arco dramático narrativamente hablando interesante dentro de la vida de su protagonista. Más allá de apegarse a los detalles reales, un buen film biográfico retrata un pedazo de la existencia de una persona y consigue en esa porción algo del significado que muchas veces la vida real no tiene. Ejemplos contemporáneos sobran: El luchador, Red social, Ray, La caída, por nombrar algunos. Rush pasión y gloria llega para sumarse a estos clásicos contemporáneos del biopic, al representar el ascenso de dos corredores de Formula 1 y la rivalidad entre ambos durante un tiempo corto de sus vidas.
Rush pasión y gloria cuenta el inicio en el mundo de las carreras de dos leyendas: James Hunt (Chris Hemsworth) y Niki Lauda (Daniel Bruhl). Primero conocemos la vida de Hunt, un piloto innato, impulsivo, irresponsable y que lleva una vida plagada de excesos: alcohol, mujeres, fama y muy poca disciplina. Por otro lado está Lauda, un chico de buena familia que fue técnicamente desterrado al decidir ser un corredor. Contrario a Hunt, Lauda es alguien muy metódico, serio, organizado y su fortaleza reside en un conocimiento abrumador de la mecánica de los autos. Ambos se enfrentarán por primera vez en un circuito pequeño y después de una disputa serán rivales durante varios años hasta llegar a la Formula 1 desde diferentes caminos. El meollo de la historia se centra en los años 70 y en el campeonato de Formula 1 del año 76, en donde ambos personajes lo darán todo por superar al otro. Una rivalidad que los motivará a llevar su carrera y su vida al límite sólo para superar a su contrincante.
Rush pasión y gloria es la última joya de uno de los grandes realizadores del cine contemporáneo comercial Ron Howard (Una mente brillante, Ángeles y demonios, Cinderella Man), quien posee en su filmografía como Director/Productor unos cuantos biopic de éxito. A esto se suma uno de los guionistas destacados del género Peter Morgan (El último rey de Escocia, Frost/Nixon, La reina) dando como resultado una suerte de dream team para llevar la historia al cine. El éxito del film reside en lograr el equilibrio total a la hora de retratar a Hunt y a Lauda, haciendo que al espectador le cueste tomar partido. Ambos tienen méritos en lo que hacen, tienen su forma de lograr lo que desean, cometen errores y son talentosos. Dicha imparcialidad al retratarlos eleva la historia y le suma mucha complejidad. Es un drama con todas las de la ley: no hay buenos ni malos, solo situaciones complicadas. Howard consigue la medida perfecta entre escenas dramáticas y secuencias de acción en la pista, creando como resultado una suerte de yo-yo narrativo que cautiva al espectador. Sin duda alguna, de lo mejor de la filmografía de Howard.
Lo mejor: La actuación y la química entre Chris Hemsworth y Daniel Bruhl, ambos se ganan rápidamente la empatía del público. El look retro de la película. La edición agresiva sumada a planos alucinantes de las carreras. El trabajo de sonido es brutal.
Lo malo: Tarda un poco en arrancar. Ver un poco más de Olivia Wilde en pantalla nos hubiese hecho felices a todos. El epílogo de la película, aunque es muy ilustrativo, termina siendo un bajón a nivel narrativo.
Veredicto: Rush pasión y gloria es de las mejores películas biográficas de estos años. Tiene grandes dosis de drama y de suspenso, de estos films que lentamente te ponen al borde del asiento sin que te des cuenta. Ron Howard hizo bien la tarea. Le doy 4.5/5.
Trailer subtitulado -> https://www.youtube.com/watch?v=3kbcFSVlRhg
(Crítica publicada originalmente en www.oidossucios.com)