Apuntes del libro “Alquimia y mística” de Alexander Roob
“Los filósofos herméticos se expresan «más clara y libremente, con más rigor, mediante un discurso sin palabras o incluso sin discurso, o con imágenes de los misterios, que con las palabras, incluso en aquellos enigmas representados por figuras» (C. Horlacher). Con sus ideogramas pretenden, en opinión del adepto rosacruciano Michael Maier, «llegar al intelecto por los sentidos». En este contexto puede designarse la imaginería criptográfica de la alquimia por su motiva preferido, el Hermafrodita, cruce del estímulo sensual (Afrodita) con la vindicación del espíritu (Hermes). Esta imaginería se endereza a la intuición, y no a las facultades discursivas, consideradas destructivas. «Lo que vive según la razón, vive contra el espíritu», escribe Paracelso”.
“La tendencia a la lengua secreta en «sintagmas oscuros», cifrados, en imágenes enigmáticas, se explica por el profundo escepticismo frente al poder expresivo de la lengua de Babilonia, con su alfabeto limpio y sus reglas gramaticales que encadenan al Espíritu Santo. Lo que realmente importaba era preservar de los abusos del profano el saber primordial, esa prisca sapientia: que había sido directamente revelada por Dios a Adán y a Moisés y que una élite había transmitido a lo largo de los siglos. Por ese motivo, Hermes Trimegisto, con Zoroastro, Pitágoras y Platón un eximio representante de esta élite, había inventado los jeroglíficos”- Alexander Roob